Qué es el enojo desde la mirada del Coaching Ontológico
Desde el Coaching Ontológico, se sostiene que las emociones no son ni buenas ni malas, aunque de acuerdo a la forma de gestionarlas pueden abrir o cerrar posibilidades.
El enojo, ha sido visto siempre como una mala emoción, sin embargo, como todas las emociones, si es manejada, puede servir para establecer algún tipo de límites, como así también declarar un basta.
El enojo es una emoción que consiste en una sobrecarga de energía acumulada cuando una obstrucción se interpone con un objetivo. Muchas veces esa energía queda contenida o explota hacia la persona con la cual nos enojamos, entonces, esa energía termina siendo contraproducente, tanto para esa persona, como para nosotros. Decía el pensador Marco Aurelio, “Cuanto más penosas son las consecuencias del enojo, que las causas que las provocaron”
El enojo tiene de base juicios propios, o sea, depende de lo que yo interpreto, o en obstáculos que nos impiden lograr lo que queremos, nos enojamos cuando algo nos frustra, siendo provocado por algún disparador que hace que dispare tal emoción.
Podemos manejarlo de varias maneras: explotar, implotar, gritar, etc. ¿Qué podemos hacer para expresarlo de manera más productiva?
Una vez identificado y sabiendo cual es la reacción ante esta emoción, podemos tener en cuenta varias formas de expresarlo productivamente.
Primero hay que identificar la emoción, y una forma es preguntar: ¿Qué me enoja?
Decirlo de otro modo, claro, realizando pedidos a las personas involucradas, renegociando, haciendo ofertas, promesas, para poder cambiar ese estado actual por otro. Es importante revisar la importancia que le dimos.
Dice Aristóteles: “Cualquiera puede enojarse, eso es algo muy sencillo, pero, enojarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto… eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”.
Por: María Lorena Belotti
Coach Ontológico Profesional Avalada por AACOP