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Cómo saber si un huevo es seguro para el consumo

El manejo adecuado y la cocción completa son esenciales para minimizar los riesgos de enfermedades como salmonelosis. 

La frescura de los huevos es una cuestión que puede generar inquietud entre los consumidores cuando se enfrentan a fechas de caducidad o señales ambiguas en sus envases.

Aunque las fechas impresas en los cartones son una guía útil, no siempre son definitivas para determinar si un huevo es seguro para el consumo.

Según Healthline, la fecha de “venta” indica el tiempo máximo que un supermercado puede ofrecer los huevos, mientras que la fecha de caducidad refiere el momento en que los huevos comienzan a perder frescura.

Uno de los métodos más populares para determinar si un huevo es fresco es la prueba de flotación.

Food and Wire, detalló este procedimiento que se basa en el tamaño de la bolsa de aire dentro del huevo, que aumenta a medida que este envejece. Para realizar la prueba, se necesita un vaso o recipiente con agua lleno hasta tres cuartas partes.

Al colocar el huevo en el agua, su posición indicará su estado: si se hunde y se acuesta de lado, es fresco; si se hunde, pero permanece en posición vertical, aún es seguro consumirlo, pero debe usarse pronto.

Si el huevo flota hasta la superficie, es probable que esté en mal estado y debe desecharse.

Sin embargo, Healthline advierte que, aunque el test de flotación es útil para determinar la antigüedad de un huevo, no siempre confirma si es seguro para el consumo. Por ello, se recomienda complementarlo con otras pruebas, como el análisis visual y olfativo.

El olfato es una herramienta para identificar huevos en mal estado. Según Food and Wire, un huevo fresco no debería emitir ningún olor perceptible, mientras que uno en mal estado desprenderá un aroma desagradable, similar al azufre o a algo podrido.

Para hacer esta prueba, se tiene que romper el huevo en un plato limpio y olerlo inmediatamente. Si el olor es desagradable, el mismo debe desecharse y el recipiente debe lavarse con agua caliente y jabón para evitar la propagación de bacterias.

la inspección visual puede brindar señales de deterioro. Healthline explicó que un huevo con la cáscara agrietada, pegajosa o con apariencia polvorienta podría estar contaminado con bacterias o moho.

Al romper el huevo, hay que observar si la clara y la yema presentan decoloraciones, como tonos rosados o iridiscentes, lo que podría indicar la presencia de bacterias.

Si la clara es demasiado líquida o acuosa, es una señal de que el huevo ha perdido calidad, aunque esto no necesariamente significa que sea inseguro para comer.

Por: Loli Belotti

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