Agua segura e hidratación adecuada

Consejos del Ministerio de Salud

Se define al agua segura como aquella que por su condición y tratamiento no contiene gérmenes ni sustancias tóxicas que puedan afectar la salud de las personas. 

El consumo de esta agua permite hidratarse adecuadamente y ayuda a prevenir enfermedades diarreicas y el síndrome urémico hemolítico.

Además del agua potable suministrada por la red (agua corriente), puede convertir en agua segura aquella que proviene de otras fuentes como pozos, aljibes, cisternas, etc. 

Dado que la contaminación del agua no siempre es evidente a simple vista y puede tener un sabor normal, se recomienda: agregar dos gotas de lavandina por cada litro de agua y dejarla reposar por media hora antes de consumirla. O hervirla por cinco minutos y dejarla enfriar.

Guarde el agua en bidones limpios y con tapa, preferentemente de plástico y que tengan un pico o boca que permita sacar el agua sin meter recipientes o vasijas que la puedan contaminar.

Los depósitos de almacenamiento deben estar en lugares donde el agua no pueda ser alterada, lejos del contacto del suelo y fuera del alcance de animales. Cuando se vacían deben desinfectarse con lavandina y enjuagarse con agua potable antes de ser reutilizados.

Usos del agua segura:

Beber,

hacer hielo,

lavar alimentos,

hacer infusiones,

lavarse los dientes y

cocinar

¿Cómo lograr una hidratación adecuada?

Tome más líquido del habitual (8 vasos de agua segura a diario), evite las bebidas azucaradas y el alcohol.

Lleve siempre una botella de agua.

No espere a tener sed para hidratarse.

Acompañe todas las comidas con agua.

Tenga siempre una jarra con agua disponible.

Ofrezca agua frecuentemente a sus hijos y a los adultos mayores.

La hidratación también se puede lograr con licuados preparados con agua y hielo seguros, jugos exprimidos, preferentemente con frutas de estación y sin agregado de azúcar.

 

El agua segura es un bien escaso, y debemos cuidarla. 

 Dr. Guillermo Moschino, MN 113892