Bienestar

El poder de la gratitud

La gratitud produce efectos de forma directa en la calidad de vida y en la manera de percibir el mundo.

La infancia representa el mejor momento para enseñar los valores y los principios más importantes de la vida, entre los cuales está la gratitud. El niño suele repetir el comportamiento de los padres partiendo de la observación.

Aquellas personas que aprendieron de niños el acto de agradecer cuentan con mayores posibilidades de alcanzar el éxito escolar y a desarrollar buenas relaciones interpersonales. Se trata de un reconocimiento que los convierte en individuos con una actitud abierta frente a la vida y claridad mental. Un adolescente que posea un corazón agradecido dará más valor a las cosas importantes de la vida de otro.

La gratitud funciona como un gran imán para las oportunidades y es una señal de que el joven puede vivir el presente. También para la fase adulta, este reconocimiento, representa la clave para acceder a muchas de las cosas buenas que da la vida. Este estado afectivo, conductual, cognitivo y espiritual, contribuye con un mayor éxito en las relaciones interpersonales. Estimulando el bienestar y la admiración hacia los demás.

No se podría negar lo útil que es esta capacidad para tener una vida agradable, feliz y plena de realización. Y que produzca agradables sensaciones en el individuo. Son amplias las ventajas de aprender a valorar lo que tienes y otorgarles el reconocimiento que merecen. La vida es un proceso continuo que se encuentra en constante cambio. Donde se debe dejar crecer las costumbres y los hábitos saludables, como la gratitud.

El acto de reconocerse a sí mismo y a los demás como seres legítimos, dando gracias por los aspectos positivos de la vida, tiene la capacidad de ofrecer una mejora física y mental. 

El poder de dar las gracias está asociado muchas veces con la espiritualidad. Todos deberían tener muy presente la importancia que poseen las emociones positivas en el día a día. No importa las creencias que se tengan, ni si eres religioso. Lo más importante es saber apreciarte a ti mismo y a los demás.

Dentro de nuestra cultura, las personas asocian la gratitud con recibir un favor. Es común que se pueda tratar de un favor molesto que alguien haya hecho algo por ti. Pero es necesario comprender que la gratitud va mucho más lejos que esto. Ya que es más un estado mental.

Puedes ser agradecido con las personas que te han ofrecido ayuda. Incluso estar agradecido con aquellos que han hecho tu vida más difícil. Después de todo, llevaron obstáculos a tu vida que generaron algún aprendizaje.

Es saludable estar agradecido tanto por las fortalezas que tienes como por tus defectos. Agradecer siempre lo que tienes y todo lo que has perdido. Aquellas cosas que ahora careces te han permitido crecer. La gratitud es nada más ni nada menos que una expresión de amor.

Por: María Lorena Belotti

Coach Ontológico Profesional Avalado AACOP

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba