Gonorrea: una infección de transmisión sexual que puede no presentar síntomas y requiere atención temprana

La gonorrea es una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae y continúa siendo un problema de salud pública por su alta circulación y por el hecho de que, en muchos casos, puede cursar sin síntomas. La infección afecta principalmente las mucosas del aparato genital, pero también puede presentarse en el recto, la garganta y, con menor frecuencia, en los ojos.

En los hombres, los síntomas más frecuentes incluyen secreción por el pene de color amarillento, blanquecino o verdoso, ardor o dolor al orinar y, en algunos casos, dolor o inflamación en los testículos. Estas manifestaciones suelen aparecer pocos días después del contagio, lo que facilita la detección temprana cuando se consulta a tiempo.

En las mujeres, la gonorrea suele pasar desapercibida, ya que muchas veces no presenta signos claros. Cuando aparecen síntomas, los más habituales son flujo vaginal anormal, molestias o ardor al orinar, sangrados fuera del período menstrual y dolor en la parte baja del abdomen o durante las relaciones sexuales. Esta falta de síntomas evidentes aumenta el riesgo de complicaciones si no se realiza un diagnóstico oportuno.

La infección se transmite principalmente a través de relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin el uso de preservativo. También puede contagiarse por contacto directo con secreciones infectadas y, en casos poco frecuentes, de madre a hijo durante el parto.

Especialistas remarcan la importancia de la prevención mediante el uso correcto del preservativo y de la realización de controles médicos ante cualquier síntoma o situación de riesgo. La gonorrea tiene tratamiento con antibióticos, pero si no se trata adecuadamente puede generar complicaciones, como problemas reproductivos, dolor pélvico crónico e infecciones más severas. Detectarla a tiempo es clave para evitar consecuencias en la salud y frenar la cadena de transmisión.

Por: Luciano Cirigliano